lunes, 13 de julio de 2009

La Ética Periodística

La Ética en el Periodismo

En el ejercicio profesional del periodismo la función principal es informar, investigar y analizar, pero con veracidad, objetividad, equidad, ética y responsabilidad; en donde el Estado tiene la obligación de garantizar la libertad de acceso a la información, sin condicionamientos, ni restricciones, al igual que los medios deben cumplir sus funciones de manera responsable y evitar confundir el hecho de comunicar e informar.
Pero ¿qué pasa cuando la información es alterada, manipulada o equívoca, o cuando es violado el derecho a la vida privada? ¿Hasta donde está permitido informar? ¿De qué o de quiénes depende el que se de a conocer o no dicha información?
Si bien sabemos, en el Artículo 13 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos establece que toda persona tiene el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, en el que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole a través de cualquier medio de expresión. Así también en el Artículo 6º constitucional establece la libertad de expresión, sin embargo sabemos que esto no es del todo posible.
Aún así desde que los medios de comunicación han existido han tomado un papel fundamental dentro de la sociedad, han sido clave esencial para que esta crezca y se desarrolle, son quienes, de un modo u otro, construyen la historia y la conservan, ya sea visual, auditiva o impresa. Pero desafortunadamente el ambiente político, social y económico que se vive actualmente en nuestro país ha impedido el buen desarrollo en el ámbito informativo, puesto que las herramientas técnicas y/o tecnológicas se tienen, pero el uso o abuso de ellas ha sobrepasado algunos límites.
El consumismo y la mercadotecnia ahora son el principal interés de los dueños de los grandes medios de comunicación, y eso ha provocado una crisis informativa, ya que, la inmediatez de la noticia, el poco tiempo para realizar la nota e investigar los hechos, los antecedentes o las fuentes de información, la competencia, los bajos salarios, entre muchos otros factores han logrado que el periodista ya no se ocupe tanto por la objetividad de la noticia, sino simplemente de buscar un tema, tener la mayor información posible y publicar.
Pero entonces ¿dónde queda la función del periodista?, el informar con objetividad, veracidad, ética, pero sobre todo con responsabilidad?
La cuestión de la Ética Periodística es un tema muy debatido en los últimos tiempos, pero poco se ha hecho al respecto, ni los periodistas, ni las autoridades han logrado regular estas acciones que perjudican tanto al profesional, como a la sociedad en general. Esto no significa que todos los periodistas o las agencias de información estén actuando bajo este criterio, pero lo que si hay que resaltar es que es un panorama general que se ha venido dando desde finales del siglo pasado.
La libertad de expresión, un derecho constitucional que hace muy poco tiempo a tomado la importancia que debió tener desde su creación, es sin duda una garantía y un respaldo para quienes ejercen este derecho como profesión, pero a su vez también ha generado, en algunos casos, gran controversia, pues hoy podemos ver agresiones contra los periodistas, quienes, en su ejercicio de buscar, investigar e informar, son demandados o agredidos por los involucrados, y es donde comienza la discusión sobre este tema, ¿hasta donde pude informar el periodista?¿quien o quienes regulan o prohíben la difusión de los temas?
Desafortunadamente en la mayoría de los medios de comunicación no se cuentan con un código de ética o un código deontológico que les indique a sus colaboradores como deben o no comportarse ante tal o cual información, o a un determinado echo, todo se va rigiendo según la relación política que se tenga con el gobierno, con las empresas o empresarios, con ciertos personajes públicos o los intereses económicos que haya de por medio.
Una de las problemáticas más mencionadas en los últimos tiempos, y que creo que es por la creación de nuevas leyes, son las constantes demandas por daño moral, o por violación a la vida privada, alguno con justificación y muchos mas sin fundamentos, en donde los periodistas, por desgracia son los mas afectados. Podemos mencionar el ya tan famoso caso de los Periodistas Miguel Ángel Granados Chapa y Alfredo Rivera Flores, Miguel Badillo Director de la Revista Contralínea y algunos de sus colaboradores, entre otros casos.
El respeto a la vida privada es sin duda un tema del cual hay mucho de que hablar, pues no solo intervienen las personas publicas, como los políticos o los artistas, sino que involucra a toda la sociedad, pero en el caso de las grandes personalidades pues es obvio que tienen una mayor trascendencia, pero que al mismo tiempo genera cierta curiosidad entre los espectadores, que ya deja de ser noticia, para convertirse en morbo o chisme.
De acuerdo con la definición del Derecho a la Vida Privada, menciona que es un derecho fundamental que consiste en la facultad que tienen los individuos para no ser interferidos o molestados, por persona o entidad, en el núcleo esencial de las actividades que legítimamente deciden mantener fuera del conocimiento público, asegurando la tranquilidad y dignidad necesarias para el desarrollo de la personalidad humana. Sin embargo esta intromisión de la vida privada ha ido en aumento, y la tecnología, como lo mencionamos, ha sido una de las causas de padecer esta situación, las cámaras fotográficas, los sistemas de radiocomunicación, la televisión, el internet, la telefonía celular, han estado a la orden para poder violar este derecho.
Pero que pasa cuando situaciones personales afectan a terceras personas o cuando los intereses particulares de una persona pasan a ser de importancia pública, como lo sucedido con la conversación del ex Secretario de Comunicaciones, Luis Téllez, el Gobernador Priista Carlos Marín y Kamel Nacif, el caso del empresario gasero y su relación con el fallecido Juan Camilo Mouriño y Petróleos Mexicanos, la vida de tras del ex Rector de la Universidad Autónoma de Hidalgo, Gerardo Sosa, por mencionar algunos.
Pero por desgracia y debido a la poca eficiencia de nuestras leyes para defender a los periodistas, la mayoría de los casos quedan en el aire, los juicios son alargados para fastidiar a los involucrados, o simplemente por el autoritarismo de los poderosos, estos salen impunes.
Es realmente decepcionante ver o escuchar constantemente noticias sobre periodistas acribillados a fuera de sus hogares o el lugar de trabajo, desaparecidos sin ninguna señal de vida, amenazados o secuestrados; claro está que este tipo de periodistas de un modo o de otro debieron involucrarse de más en ciertos temas, como lo es el narcotráfico uno de los principales enemigos que hay en el país, algunos otros por el amor a la profesión al querer informar y/o denunciar irregularidades, corrupción, pero que en ocasiones esto llega a salir de control y es cuando se da la agresión a quienes están en el cumplimiento de su trabajo.
Creo que estamos a muy buen tiempo para poder hacer algo, pues el periodismo es una profesión, que como muchas otras es indispensable en la sociedad, el derecho a estar informados de manera verás, oportuna, objetiva, pero sobretodo de manera responsable, es sin duda algo de lo que siempre necesitaremos, es como el pan de cada día.
Para ejercer un buen periodismo sería necesario definir las características que todo periodista debe tener. La ética en el periodista depende en gran medida de la personalidad, educación y cultura bajo la cual se ha desarrollado durante su vida, por tal motivo no podemos estereotipar a todos ellos, pero si habría que poner en claro que así como los médicos hacen el juramento de Hipócrates, los periodistas deberían hacer un juramento para no tratar asuntos que perjudiquen la vida privada, tanto de personas públicas y famosas, como de las que no lo son.
Y en general, establecer principios para controlar no solo el respeto a la vida privada, sino también la clausula de conciencia, el secreto profesional, el derecho de replica, el tratamiento adecuado de información, todos estos, temas de gran discusión.
Por ello es de gran importancia y de manera inmediata regular todos aquellos derechos y obligaciones para los periodistas en los diferentes medios de comunicación, ya que, desafortunadamente es una de las profesiones, que en un principio no fue considerada como tal, sino como un oficio, donde las condiciones de trabajo son realmente reprochables, los bajos salarios, los riesgos a los que día a día enfrentan, las no prestaciones, el no contar con un seguro médico, etc.
Pero esto no logrará regularse mientras los empresarios de los diferentes medios de comunicación no establezcan un convenio y un código general y/o federal que garantice un trabajo digno para estos portadores de la información antes de que este problema nos consuma por completo en medio de la corrupción y la violencia que hoy padecemos día con día.

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